
¿Suerte o habilidad? ¿Qué es más importante en el mundo del juego?

Todos los jugadores han vivido este momento al menos una vez. Un disparo a ciegas que, por algún milagro, impacta en la cabeza de tu oponente. La caída accidental de un objeto legendario cuando otros llevan semanas buscándolo. La carta perfecta en el póquer que salva la ronda. Y la pregunta es: ¿se trata de talento o de suerte?
Los juegos son una extraña mezcla de precisión, lógica y azar. Algunos sostienen que sólo ganan los mejores. Otros, que sin un poco de suerte incluso los campeones se quedarían sin nada. La verdad está, como siempre, en algún punto intermedio.
Apuestas en línea: cuando el destino reparte las cartas
¿Qué le parece un lugar donde el azar gobierna indivisiblemente? Las apuestas en línea son la definición del azar. Ruleta, blackjack, póquer... aquí no tienes ningún control sobre qué carta caerá, dónde se detendrá la bola o qué símbolo aparecerá en los rodillos de las tragaperras.
Sin embargo, esto no significa que la habilidad no importe. En el póquer, son la estrategia, los faroles y las matemáticas los que determinan el éxito, aunque el destino reparta las cartas. En el blackjack, contar cartas y conocer la estrategia básica pueden darte ventaja sobre el casino (al menos hasta que te echen).
Las apuestas en línea, sin embargo, tienen una regla: a largo plazo, el casino siempre gana. Un jugador puede tener una buena racha, pero los algoritmos y las matemáticas no perdonan. La ventaja del casino no es un mito, es un hecho. Aquí, la suerte importa más que en ningún otro sitio.
Para asegurarse de que la ventaja del casino se mantiene en un nivel normal y no está diseñada de ninguna manera para burlarle, le recomendamos que sólo utilice operadores de sitios de juego de buena reputación. Hay muchos ejemplos, y Energy Casino Poland viene a la mente entre otros - juegos en línea, así que láncese y compruebe por sí mismo cómo este tipo de diversión puede resultar atractiva, ¡incluso en la versión gratuita!
Juegos de disparos y deportes electrónicos: donde los reflejos son vitales
Si hay un lugar en el que la suerte tiene poco que decir, ése es el de los juegos de disparos y los e-sports. Aquí es donde ganan los que han dedicado cientos de horas de entrenamiento, conocen todos los mapas y pueden predecir el movimiento de su oponente con segundos de antelación.
Por ejemplo, Counter-Strike. Cualquiera que haya jugado sabe que los disparos no se lanzan al azar. Las armas se pueden controlar y el conocimiento de la mecánica permite incluso predecir la trayectoria de las granadas. En League of Legends, la pura suerte no basta. Puedes conseguir el mejor emparejamiento en la línea, pero si no sabes cuándo atacar y cuándo retirarte, perderás.
¿Qué habilidades determinan la victoria en los shooters y los e-sports?
- Reflejos dignos de un ninja: si no reaccionas en una fracción de segundo, tu oponente lo hará por ti.
- Puntería de francotirador: los disparos a la cabeza no surgen de la nada, y un ratón en una mano temblorosa es tu mayor enemigo.
- Conocimiento del mapa: sabe dónde estás, dónde están los enemigos y dónde están a punto de caer los muertos.
- Control del retroceso - una pistola en CS o Valorant no es un juguete a pilas, controla su retroceso antes de disparar todo el cargador contra el techo.
¿Pero no hay aleatoriedad en los e-sports? Claro que la hay: soldadura de granadas en CS, daño crítico en LoL, caída aleatoria en Apex Legends. Pero a la larga, siempre ganan los mejores. Es imposible embolsarse el rango de Elite Global a base de suerte.
RPG y juegos de estrategia: pensar gana las guerras
¿Qué pasa con los juegos en los que hay que planificar, analizar y tomar decisiones? Aquí, el azar suele estar presente, pero es la habilidad la que determina el éxito.
Por ejemplo, Civilization. Las condiciones iniciales pueden ser estupendas o nefastas, pero son las decisiones del jugador las que determinan si llevará a su imperio a la gloria o acabará bajo la bota de un oponente más estratega.
Lo mismo ocurre en los juegos de rol. Las gotas aleatorias, las cajas de botín, los golpes críticos, todo importa, pero quien gestione mejor los recursos, quien consiga planificar mejor el desarrollo del personaje, ganará. No se trata sólo de Diablo o Dark Souls. Incluso en The Witcher 3, las decisiones argumentales pueden cambiar totalmente la historia, y aquí no hay lugar para la suerte ciega. Los jugadores de RPG a menudo tienen que lidiar con la aleatoriedad, pero son sus decisiones y su capacidad de adaptación las que hacen que les vaya mejor que a los demás.
Juegos aleatorios frente a juegos basados en la habilidad: ¿dónde está el límite?
A veces es difícil determinar dónde acaba la aleatoriedad y empieza la habilidad. Tomemos como ejemplo los battle royale. Fortnite, PUBG, Apex Legends... todos los juegos son pura aleatoriedad. Podrías acabar en un lugar donde no hay armas, y tu oponente a cinco metros encontrará un rifle de francotirador y un chaleco antibalas. ¿Perder? Pura mala suerte. Pero si juegas mejor, ni siquiera un mal comienzo desbaratará tus posibilidades. Los mejores jugadores pueden exprimir al máximo cualquier situación y vencer a sus rivales, aunque la suerte no esté de su lado.
Lo mismo ocurre en juegos de cartas como Hearthstone. Puedes conseguir las cartas perfectas o las peores posibles, pero si no sabes usarlas bien, habrás perdido antes incluso de que empiece la partida.
Los juegos se equilibran entre azar y habilidad. A veces es el azar el que determina el ganador. A veces, la habilidad hace que incluso el peor comienzo acabe en una victoria espectacular. Entonces, ¿qué es más importante, la suerte o la habilidad? La respuesta es sencilla: depende del juego. Pero una cosa es cierta: sin la habilidad adecuada, ni siquiera la mayor suerte es suficiente a largo plazo.

Elen Stelmakh es una persona creativa dedicada al avance de la cultura de los videojuegos a través de artículos y diseño visual. Como autora a tiempo completo de EGamersWorld y diseñadora de un sitio web de juegos, Elen no solo crea contenidos, sino que también les infunde energía y creatividad.









