Los deportes electrónicos ganan terreno en las casas de apuestas

Durante años, los eSports han sido deportes emocionantes de ver. Sin embargo, muchos sitios de apuestas de todo el mundo no supieron ver la emoción ni aprovechar su popularidad. Como tal, estos juegos y torneos eran a menudo pasados por alto cuando se trataba de añadir deportes a los sitios de apuestas. Pero ya no.

En los últimos años, el auge de los eSports ha provocado un aumento de los sitios de apuestas que siguen la tendencia. Con enormes premios en juego, no es de extrañar que, finalmente, el mercado de las apuestas se haya puesto de moda. Se calcula que las apuestas de eSports generan unos ingresos anuales de más de 2.000 millones de dólares. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Los comienzos

Como ocurre con todas las industrias, el mundo del juego fue impulsado por la tecnología. La década de 1970 fue el comienzo. Fue entonces cuando empezaron a aparecer las primeras videoconsolas y, aunque se trataba de juegos de pelota y pala, no dejaron de ser populares. Sin embargo, no tardaron en aparecer mejoras. De hecho, a finales de los 70, se había creado el cartucho de juego, que permitía a los jugadores cambiar de juego en la misma consola.

En ese momento, la popularidad del juego espacial de Atari alcanzaba su punto álgido. Tanto es así que se celebró la primera competición o torneo de juegos de ordenador de la historia. Compitieron más de 10.000 jugadores de todo el mundo, convirtiéndose en el primer evento de eSports del mundo.

Mantener registros

Por desgracia, en los primeros años no se llevaban registros ni estadísticas. Esto suponía un gran problema para las casas de apuestas. Para poder fijar las cuotas y el precio de las apuestas, es necesario disponer de estadísticas e información sobre el estado de forma. Sin registros, no podía haber apuestas.

Con esto en mente, el corredor de futuros Walter Day compró un videojuego arcaded en 1981. ¿El juego? Twin Galaxies. Inspirado por un artículo en el que se hablaba del crecimiento del juego y de la necesidad de tener una base de datos de puntuaciones altas, empezó a viajar por Estados Unidos para recopilar datos. Pronto se convirtió en la fuente de información sobre puntuaciones más altas. Pronto, sus datos se utilizaban en todas partes y los jugadores tenían algo a lo que aspirar, como batir esas puntuaciones.

Conexión

Con la llegada de los 90, la fiesta pudo empezar de verdad. Esto se debió al desarrollo de Internet y a la posibilidad de empezar a jugar online. Gracias a la mayor potencia de los ordenadores, los jugadores podían competir en equipos, unos contra otros, y comunicarse en tiempo real. También significó que fue entonces cuando se pudieron crear las ligas de eSports. En la década de 2000, los juegos ya formaban parte de la cultura y no hacían más que crecer.

Apostar

A pesar de un comienzo relativamente lento, las primeras apuestas sobre eSports tuvieron lugar en 1998. Y fue gracias a la empresa austriaca Intertops, que realizó la primera apuesta. El único inconveniente era que, aunque la empresa o sus propietarios veían las ventajas de las apuestas en los eSports, no tenían los conocimientos necesarios para ponerlas en práctica. No sólo eso, sino que todavía no había mucho interés en las apuestas de eSports.

Posteriormente, no fue hasta 2010 cuando las cosas despegaron realmente, cuando Pinnacle tomó el relevo y comenzó a ofrecer seriamente opciones de apuestas eSports. Esto incluía apuestas sobre StarCraft 2. En 2014, Pinnacle ya había realizado un millón de apuestas de eSports y los mejores sitios de apuestas de Estados Unidos no tardaron en seguir su ejemplo. Pronto, más eSports, como Halo, Call of Duty, DOTA 2 y otros, estuvieron disponibles para apostar.

Con la llegada de Twitch, los eventos televisados fueron posibles, aumentando aún más la base de consumidores. Y a principios de la década de 2020, las apuestas de eSports ya formaban parte de la escena de las apuestas. Hoy en día, se espera que el mercado mundial supere los 3.000 millones de dólares en 2028, y esto se debe, en gran parte, a la popularidad en Estados Unidos, el mercado indiscutiblemente dominante.