Por qué los juegos de carreras no han calado hasta ahora en los e-sports

Los deportes electrónicos han experimentado un enorme auge en los últimos años, con numerosos torneos, premios millonarios y una afición en constante crecimiento. Pero mientras que juegos como League of Legends, Dota 2 y Counter-Strike: Global Offensive dominan el panorama de los deportes electrónicos, los juegos de carreras son más bien una rareza. ¿Por qué?

El género de carreras requiere más experiencia

Los juegos de carreras aún no han alcanzado la misma popularidad en los e-sports que otros géneros. Una de las razones podría ser la falta de versatilidad que ofrecen juegos como Rocket League. Rocket League, una mezcla de fútbol y carreras de coches, ha conseguido atraer a un público más amplio combinando dos géneros populares y creando una experiencia de juego totalmente nueva.

Los verdaderos juegos de carreras, como la serie de Fórmula 1, cuentan con una base de fieles seguidores, pero a menudo no son tan accesibles para los jugadores ocasionales. Los complejos controles y el conocimiento necesario de cada circuito y cada coche pueden resultar desalentadores y desafiantes para los recién llegados.

La emoción de un juego de carreras también es diferente de la de otros títulos de deportes electrónicos. Mientras que en un shooter o un MOBA la acción en la pantalla cambia constantemente y siempre puede haber giros sorprendentes, los juegos de carreras suelen ser más predecibles. Las pequeñas sutilezas que pueden marcar la diferencia entre la victoria y la derrota suelen ser apenas perceptibles para los espectadores. Esto puede hacerlos menos atractivos para los espectadores.

Los juegos de carreras en los eSports comparados con los deportes tradicionales

Los retos a los que se enfrentan los juegos de carreras en el ámbito de los eSports también se reflejan en el mundo de los deportes reales. Esto es especialmente evidente cuando se observa la popularidad de las apuestas de Fórmula 1 en en comparación con las apuestas en deportes más variados como el fútbol, el hockey sobre hielo o la NBA, donde hay una mayor frecuencia de reloj y momentos más impredecibles. La Fórmula 1 es mucho menos popular en el mundo de las apuestas y más popular entre las personas que se definen como verdaderos aficionados a las carreras. En cambio, en los deportes de masas como el fútbol, es mucho más habitual que apuesten personas que en su vida cotidiana se interesan menos por el trasfondo, las estadísticas o los pequeños detalles del deporte. Es este dinamismo y diversidad de los deportes clásicos lo que atrae tanto a los espectadores como a los aficionados a las apuestas y lo que hace que los juegos de carreras sean menos populares tanto en el sector de los eSports como en el de las apuestas.

Esto también queda claro en última instancia por el hecho de que un juego como Rocket League, que en realidad no se puede asignar al género de las carreras, al final pudo imponerse a los juegos de carreras reales en el sector de los eSports y aparece prácticamente en todas las listas de popularidad de de juegos de PC con carácter de eSports. Para los forasteros y los espectadores, simplemente ofrece un entretenimiento más entretenido y más dinámico que una carrera de F1 que se alarga durante horas y en la que a menudo apenas hay cambios de posición en el transcurso de la carrera.

Conclusión

En última instancia, está por ver si la popularidad de los juegos de carreras en los deportes electrónicos aumentará en el futuro. Combinar elementos de distintos géneros, como se hizo con éxito con Rocket League, podría ser una posible forma de atraer a un público más amplio y aportar más emoción al juego. Al mismo tiempo, la creciente popularidad de los deportes electrónicos en general también podría abrir nuevas oportunidades para el futuro desarrollo de los juegos de carreras en.