Descubrir los secretos de la volatilidad: lo que todo aficionado al juego debe saber

A primera vista, los juegos de azar parecen muy sencillos y no requieren grandes conocimientos de juego efectivo que se traduzcan en ganancias finales en el casino VOX u otros casinos en línea de buena reputación. En muchos casos, esto es cierto. Sin embargo, los jugadores experimentados saben muy bien que, bajo la apariencia de impresionantes efectos visuales, hay todo tipo de algoritmos que controlan el juego, algunos bastante complejos, otros no tanto.

Baste mencionar, por ejemplo, el Generador de Números Aleatorios (también conocido como RNG, del término "Random Number Generator"), que es la solución básica responsable de los resultados de cada ronda en una partida. Además de esto, también entran en juego aspectos teóricos como, por ejemplo, el RTP (Return to Player, comúnmente denominado rentabilidad) y la volatilidad (denominada en inglés 'volatility'). Y es esta última la que abordaremos hoy con cierto detalle.

¿Qué es la volatilidad?

La volatilidad es una característica de los juegos de azar que describe la correlación inversa entre la frecuencia de las ganancias y su importe. Somos conscientes de que esta definición puede no parecer muy clara, por lo que utilizaremos un ejemplo fácil de entender basado en las máquinas tragaperras.

Volatilidad en las máquinas tragaperras

La volatilidad en las máquinas tragaperras es uno de los factores más importantes que los jugadores deben tener en cuenta antes de jugar. En pocas palabras, la volatilidad es una medida del riesgo asociado a un juego concreto, y su traducción a la práctica es la siguiente:

• Una volatilidad alta significa que las ganancias serán elevadas, pero caerán con poca frecuencia.
• Una volatilidad baja se traducirá en que las ganancias caerán con frecuencia, pero serán escasas.
• La volatilidad media, como es fácil adivinar, promedia ambas.

Dicho esto, esto no debe entenderse aquí de forma absoluta. Una volatilidad baja, por ejemplo, no significa que todas las ganancias sean bajas en una máquina tragaperras en particular - lo que se quiere decir aquí es que un jugador puede esperar que caigan regularmente ganancias de bajo valor, normalmente en el rango de 0,5x a 1,5x la apuesta base. Las ganancias de mayor valor pueden ocurrir, pero caerán con menor frecuencia.

En resumen, si prefiere ganar con frecuencia pero no le importa ganar mucho dinero, elija tragaperras con baja volatilidad. Si, por el contrario, puede aceptar tener que gastar más a cambio de la posibilidad de que el juego le pague un dinero realmente importante, elija un título con alta volatilidad.

Volatilidad en los juegos de mesa

La volatilidad en juegos de mesa como el blackjack o la ruleta puede no ser tan obvia como en las tragaperras, pero también juega un papel importante. Aquí, sin embargo, es importante tener en cuenta un simple hecho: si un juego puede utilizar una estrategia basada en las decisiones del jugador, esto puede afectar significativamente a la volatilidad durante el juego.

En el blackjack, por ejemplo, la volatilidad es, en general, muy baja. Pero si un jugador adopta una estrategia agresiva que tiene como objetivo llegar a una puntuación de 21 y ganar 3 a 2 en cada mano, puede aumentar significativamente la variabilidad del resultado debido a la mayor probabilidad de overcalling. Por el contrario, una actuación más conservadora, como abstenerse de pedir cartas con una puntuación moderada (por ejemplo, 17), puede proporcionar ganancias más regulares, aunque en una proporción de 1 a 1.

Del mismo modo, en la ruleta, apostar a números únicos aumenta significativamente la volatilidad del juego, por lo que esta estrategia en la ruleta se traduce en una alta volatilidad. Esto también es fácil de ver comprobando la cantidad de ganancias potenciales, que es de 35 a 1. Por lo tanto, apostar a un solo número en la ruleta significa jugar con una alta volatilidad. Sin embargo, si seguimos una estrategia más conservadora, apostando a opciones como rojo/negro o par/impar, entonces estaremos apostando a una volatilidad baja, donde las ganancias serán más frecuentes pero de menor valor, más concretamente a una proporción de 1 a 1.

Como ves, en juegos como la ruleta o el blackjack, la volatilidad depende del tipo de apuesta realizada. En las máquinas tragaperras, en cambio, la volatilidad sólo está relacionada con el juego concreto y no con el tipo de apuestas que hagamos.

Estrategias para juegos de alta volatilidad

Cuando se juega a juegos con alta volatilidad, como las máquinas tragaperras que ofrecen grandes botes o en las mesas de ruleta y se apuesta a números únicos, la gestión eficaz del saldo se convierte en un aspecto clave.

De hecho, se recomienda encarecidamente a los jugadores que se fijen límites claros de pérdidas posibles y ganancias para proteger sus fondos a medio plazo. El uso de estrategias progresivas, como Martingala o Fibonacci, en juegos con alta volatilidad puede ser extremadamente arriesgado, pero también potencialmente rentable durante las circunstancias favorables del jugador. Sin embargo, la clave del éxito es ser disciplinado y ceñirse a una estrategia predeterminada, independientemente de la volatilidad y de las ganancias y pérdidas a corto plazo.

Estrategias para juegos de baja volatilidad

En juegos como el bacará o algunas tragaperras de baja volatilidad, los jugadores pueden optar por apostar de forma más agresiva, dado que las pérdidas potenciales serán menores. En tales casos, puede ser beneficioso aumentar gradualmente las apuestas después de cada victoria, utilizando la consistencia de las pequeñas victorias para construir un bankroll total más apropiado. Cualquiera de las estrategias progresivas también funciona bien. Ahora que lo sabe todo sobre la volatilidad, ¡es hora de poner en práctica estos conocimientos!